Un presidente cuestionado
La imagen del presidente de EE.UU, Joe Biden, disfrutando de un helado mientras abordaba preguntas de los medios de comunicación sobre la posibilidad de un alto al fuego en Gaza ha generado controversia, por una actitud frívola e insensible del presidente ante un grave conflicto bélico con una gran número de víctimas y pérdidas humanas. Así, hablamos la importancia de la diplomacia para Oriente Medio, a veces a través de eventos.
Vemos así como, nuevamente, un evento se convierte, a veces sin pretenderlo, en un marco de diplomacia improvisado, pues el presidente se encontraba visitando una fábrica de helados, en la que se le dio a probar un helado.
De esta forma la atención mediática global se centró en el presidente, no por su postura frente al conflicto, sino por su comportamiento inapropiado e improvisado.
Esta situación nos sirve para recordar la importancia de las figuras públicas, especialmente líderes políticos, que deben ser conscientes de sus palabras y de su comportamiento, y la oportunidad que tienen en sus apariciones públicas para aprovecharlas, incluidas las más inesperadas para convertirlas en una oportunidad para la diplomacia, mostrando empatía por la víctimas y un compromiso serio en la búsqueda de soluciones.
De esta forma este evento se convirtió en una oportunidad para la diplomacia perdida que destacó por una falta de sensibilidad y liderazgo ante unas declaraciones inconsistentes que suponen que no ha quedado clara de forma contundente la postura del Gobierno de EE.UU. frente al alto al fuego en Gaza, algo que inevitablemente afecta la imagen exterior del país.
Posturas diferentes, comprometidas por la Paz
En contraste, existen otros líderes que han mostrado una postura radicalmente diferente, como es el caso del Príncipe de Gales, Guillermo, y la Reina Rania, quienes han expresado públicamente su apoyo a un alto el fuego y la necesidad de ayuda humanitaria, realizando un ejercicio de liderazgo responsable y sensible ante el dolor humano, a favor de tender puentes para la Paz.
El príncipe Guillermo sorprendió al tomar una postura pública respecto al conflicto, también en le marco de un evento, en este caso de la Cruz Roja británica. Allí expresó su profunda preocupación por las víctimas y la necesidad de ayuda humanitaria. Su posición, inusual en un llamamiento de esperanza, para alcanzar la Paz, a la vez que ensalzó la el trabajo incansable de la organización para aliviar el sufrimiento de las víctimas y brindar asistencia médica, alimentaria y emocional.
Tal vez la reina Rania de Jordania haya sido la voz más contundente en relación a este conflicto bélico, en este caso a través de una entrevista concedida a la CNN donde condenó el terrorismo y pidió un alto el fuego. Su activismo pro-palestino ha generado controversia, pero también ha sido aplaudido por quienes ven necesario que se alce cada vez más voces influyentes por la Paz.
La Paz se hace cada día
En un momento en el que la diplomacia tradicional parece haber llegado a un punto muerto, las voces de figuras como el príncipe William y la reina Rania podrían ser clave para desbloquear la situación y avanzar hacia una solución pacífica.
Sin embargo, es importante recordar que la responsabilidad de alcanzar la Paz no recae únicamente en los líderes políticos. Todas las personas tenemos un papel que jugar para promover el diálogo, la tolerancia y la comprensión.
La Paz en los países en guerra se ve como lejana, porque cada segundo de dolor es infinito, pero la Paz se hace cada día, porque la Paz es un esfuerzo conjunto.