Desde que el Papa Francisco falleció, la Iglesia Católica está en estado de Sede Vacante, hasta la llegada del nuevo pontífice. El proceso de la sucesión papal es muy rígido y lleno de simbolismo, por su relevancia religiosa y política, aun así, se van produciendo cambios con el paso del tiempo, como en todo en la vida, reflejando la tanto la continuidad como la adaptación a los tiempos.
1. Fallecimiento del Papa Francisco
El Papa Francisco falleció el 21 de abril de 2025 a los 88 años. Su última aparición pública fue un día antes, el Domingo de Resurrección, 20 de abril, desde el balcón del Vaticano, donde, aunque debilitado y en silla de ruedas, tras la bendición urbi et orbi saludó a los fieles en la Plaza de San Pedro con la frase: «Queridos hermanos y hermanas, feliz Pascua. El maestro de la ceremonia os leerá el mensaje.»
El mensaje de Francisco incluyó una mención explícita a todos los focos de conflicto activos en el mundo: Ucrania, Gaza, Yemen, el Sahel, Armenia y Azerbaiyán, el Mar de China, Siria y Sudán (listado al que hay que añadir, desde el 7 de mayo, día de inicio del Cónclave, el reciente estallido bélico entre India y Pakistán). Su último gesto fue un grito de paz ante un planeta convulsionado.
Tras el rito de constatación de su muerte…
2. Exequias y Período de Sede Vacante
Cumpliendo con su voluntad, el cuerpo del papa Francisco fue velado inicialmente en la capilla de la Casa Santa Marta, donde residió durante su pontificado. Este velatorio privado, celebrado en la intimidad, permitió a sus colaboradores más cercanos y al personal de la residencia rendirle homenaje en un ambiente de recogimiento y oración. Posteriormente, el 23 de abril, fue trasladado a la Basílica de San Pedro, donde permaneció su capilla ardiente hasta el 25 de abril, permitiendo que los fieles le rindieran homenaje. Así, durante tres días, miles de fieles acudieron a despedirse del pontífice, cuyo cuerpo yacía en un sencillo ataúd de madera forrado con zinc en el interior, sin catafalco, conforme a sus deseos de austeridad.
Tradición de tres ataúdes
Tradicionalmente los papas eran enterrados en tres ataúdes, uno de madera de ciprés, que simboliza la humildad y la mortalidad, uno de zinc, que aseguraba la preservación del cuerpo y representa la eternidad (en el caso de francisco, su ataúd de madera fue recubierto de zinc) y un tercero de roble u olmo, que simbolizaba la dignidad del papado, a la vez que ofrece una protección adicional a los restos mortales).
Zapatos rojos
A diferencia de sus predecesores, que solían utilizar zapatos rojos, para simbolizar la sangre de Cristo. Francisco optó por sus habituales y gastados zapatos negros.
El itinerario
Finalmente, el 26 de abril, tras la misa exequial en la Plaza de San Pedro, su féretro fue llevado en procesión a través de las calles de Roma hasta la Basílica de Santa María la Mayor, donde fue sepultado conforme a su voluntad bajo la imagen de la Virgen «Salus Populi Romani», rompiendo con la tradición de enterramiento en las grutas vaticanas.
Este itinerario refleja el profundo vínculo de Francisco con la Basílica de Santa María la Mayor, donde solía orar antes y después de sus viajes apostólicos, y su deseo de una despedida sencilla y cercana al pueblo.
Sellado del ataúd
A las 20:00 horas del 25 de abril, se llevó a cabo el rito de cierre y sellado del féretro del papa Francisco en la Basílica de San Pedro. Este acto, presidido por el Camarlengo, cardenal Kevin Farrel. Antes de cerrar el ataúd se cubrió el rostro del Pontífice con un paño de seda blanco, que simboliza el paso del Papa a la vida eterna, la pureza y esperanza de que contemple el rostro de Dios en la vida eterna; y se introdujo el rogito (pergamino), con un resumen de la vida y del pontificado de Francisco y una bolsa de mondas que representan la duración de su papado: una moneda de oro por cada año de papado, una moneda de plata por cada mes adicional y una de bronce por cada día adicional.
Esta tradición sirve tanto para honrar la memoria del Papa como para facilitar la identificación de sus restos en caso de una futura exhumación.
Autoridades presentes en la misa funeral
Entre las autoridades invitadas, algunos jefes de estado llamaron más a atención:
- Donald Trump, presidente de Estados Unidos, por no vestir de luto, sino con traje azul.
- La presencia de Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania, que tuvo una breve reunión muy simbólica con el presidente Trump.
- Entre las personas asistentes de alto rango, estaban algunas que dirigieron palabras muy polémicas contra el papa Francisco durante su papado.
- Como es costumbre, también estuvieron presentes delegaciones de diversas organizaciones internacionales y líderes religiosos de otras confesiones.
- Otra de las innovaciones de Francisco estaba entre las personas invitadas, junto a los jefes de estado de todo el mundo, recibieron invitación 40 personas pobres, presos, transexuales, migrantes y sin techo, que portaban una rosa blanca, como gesto de gratitud al Pontífice.
3. Destrucción del Anillo del Pescador y Sellos Papales
El 6 de mayo, 16 días después del fallecimiento, se anuló el Anillo del Pescador y los sellos papales de Francisco en una ceremonia presidida por el Camarlengo, cardenal Kevin Farrell. Este acto simboliza el fin de la autoridad del pontífice fallecido y previene el uso indebido de su sello en documentos oficiales. Por primera vez, una mujer laica fue la encargada de utilizar un cincel para marcar con una cruz el sello papal del Anillo del Pescador; reflejando una apertura hacia una mayor inclusión de las mujeres en roles significativos dentro de la Iglesia.
A diferencia del pasado, el sello no fue destruido, los últimos anillos papales no se destruyen, sino que de anulan y se conservan como piezas históricas.
4. Congregaciones Generales y Preparación del Cónclave
Durante el período de sede vacante, los cardenales se reunieron en congregaciones generales para discutir asuntos administrativos y preparar el cónclave. Estas reuniones también sirvieron para reflexionar sobre las necesidades actuales de la Iglesia y las cualidades deseadas en el nuevo pontífice.
5. Inicio del Cónclave
El cónclave comenzó el 7 de mayo en la Capilla Sixtina, con la participación de 133 cardenales menores de 80 años. El proceso se rige por la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, que establece que se requieren dos tercios de los votos para elegir al nuevo Papa (un mínimo de 89 votos, en esta ocasión). Las votaciones se realizan en secreto, y los cardenales están aislados del mundo exterior hasta que se alcance una decisión.
En esta ocasión se han instalado inhibidores de frecuencia para garantizar que no exista ninguna comunicación con el exterior.
Ya dentro, en el cónclave, cada cardenal tiene en su sitio:
- Libro de las Horas: Contiene las oraciones diarias del Oficio Divino, permitiendo a los cardenales mantener su vida espiritual durante el proceso.
- Guía del Cónclave: Proporciona las normas y procedimientos específicos que rigen el cónclave, asegurando que todos los participantes cumplan las normas y procedimientos.
- Papeletas de votación: Cada cardenal recibe papeletas en blanco para escribir el nombre de su candidato. Estas papeletas son dobladas y depositadas en las urnas durante las votaciones.
¡Extra omnes!
La expresión latina Extra omnes, que significa “¡Fuera todos!”, marca el comienzo oficial del cónclave. Es pronunciada por el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, en este caso, monseñor Diego Ravelli, para indicar que todas las personas no autorizadas deben abandonar la Capilla Sixtina. Tras esta orden, las puertas se cierran, y los cardenales quedan aislados para proceder con la elección del nuevo Papa.
Proceso de votación y comunicación del resultado
El proceso de votación en el cónclave sigue un ritual meticuloso:
- Escrutinio: Cada cardenal escribe el nombre de su elegido en la papeleta, la dobla y la deposita en una urna sobre el altar. Tres escrutadores, previamente seleccionados, cuentan los votos.
- Costura de las papeletas: Tras el conteo, las papeletas se perforan y se unen con una aguja e hilo rojo, simbolizando la unidad y la confidencialidad del proceso.
- Quema de las papeletas: Las papeletas cosidas se queman en una estufa dentro de la Capilla Sixtina. La fumata resultante, negra o blanca, indica al mundo si se ha elegido un nuevo Papa
6. Elección y Anuncio del Nuevo Papa
Una vez que un candidato obtiene la mayoría requerida y acepta el cargo, se le pregunta qué nombre desea adoptar como pontífice, que normalmente reflejará su visión y misión para el papado.
“¿Aceptas tu elección canónica como Sumo Pontífice?” y, en caso afirmativo, “¿Con qué nombre quieres ser llamado?”.
Luego, se dirige a la «Sala de las Lágrimas», sala contigua a la Capilla Sixtina, para vestirse con la sotana blanca. Este es un momento íntimo, en el que se le permite al nuevo Pontífice reflexionar sobre la magnitud de su nueva responsabilidad. Allí se le ayuda a vestir la sotana blanca y resto de elementos papales con los que decide presentarse por primera vez ante los fieles (las vestimentas tienen diferentes tallas, pues no se sabe de antemano la talla del nuevo papa). Finalmente, el cardenal protodiácono anuncia la elección al pueblo con la frase «Habemus Papam«, y el nuevo papa imparte su primera bendición desde el balcón de la Basílica de San Pedro.
7. Novedades en el Cónclave de 2025
- Participación de una mujer laica en la anulación del anillo: Por primera vez, una mujer laica participó en la ceremonia de anulación del Anillo del Pescador, reflejando una apertura hacia una mayor inclusión de las mujeres en roles significativos dentro de la Iglesia.
- Tecnología y seguridad: El cónclave de 2025 implementó medidas de seguridad avanzadas, incluyendo inhibidores de señal, vigilancia con inteligencia artificial, y el uso de drones para garantizar la seguridad de todas las personas congregadas en el Vaticano y el secreto del proceso de elección del nuevo papa.
- Diversidad geográfica y cultural: Los cardenales electores representaron una amplia gama de culturas y regiones, reflejando la naturaleza global de la Iglesia Católica en el siglo XXI.
8. Comparativa con Cónclaves destacados del Siglo XX
En 1903, el emperador de Austria vetó a un candidato: este fue el último cónclave con veto laico.
En 1978, dos cónclaves: Juan Pablo I muere a los 33 días, y Juan Pablo II rompe el dominio italiano tras 455 años, que abolió formalmente el ritual de golpear la cabeza del papa con un martillo de plata para confirmar su muerte.