La visita de SS. MM. los reyes a Valencia junto al presidente del gobierno y presidente de la Comunidad Valencia, en el contexto de la devastación causada por la DANA, revela una profunda fractura social y una profunda crisis de imagen, que llevó un desagradable conflicto y ataque de la ciudadanía a las instituciones que visitaron el lugar.
Desde el punto de vista del Protocolo, estas visitas están concebidas para transmitir empatía y solidaridad hacia las víctimas. Sin embargo, la reacción violenta de parte de la ciudadanía evidencia una sensación generalizada de abandono, inseguridad y desconfianza hacia las instituciones.
Cada persona manifiesta su dolor y frustración como puede. El problema es que la tensión acumulada durante años suele derivar en estallidos de violencia cuando la tensión se hace insoportable, normalmente por sucesos traumáticos. A pesar de ello, la violencia siempre es un límite que no se debe traspasar.
Es fundamental tomar medidas urgentes para restablecer la confianza de la ciudadanía, porque hay que recordar que el Protocolo es una herramienta de comunicación y de relación entre personas para que las relaciones sean sólidas y duraderas, buscando una convivencia satisfactoria.