Liderazgo femenino: un camino difícil

Margarita Murillo
El liderazgo femenino es un camino difícil
Margarita Murillo García

Hoy, deseo sumergirme en una reflexión profunda acerca de una historia que refleja el constante desafío de apoyar y nutrir el liderazgo femenino que a veces parece resistirse a reconocer su vital importancia. Hemos visto triunfar, a nivel mundial, a un equipo deportivo femenino, al que algunos medios se han esforzado en despojar el adjetivo «femenino», lanzándose así el mensaje que lo femenino tiene que ignorarse, porque son iguales. Pero el calificativo de «femenino», tiene importancia, porque están haciendo historia por su condición femenina, y precisamente, su condición femenina hizo que todo fuese diferente, su forma de trabajar, de relacionarse, de jugar, de ganar y de reaccionar. En cualquier caso, el liderazgo femenino es un camino difícil.

Ya conocemos el liderazgo masculino

Ya sabemos como es el comportamiento masculino en el trabajo y en el juego, por tanto da seguridad enfrentarse a él en las derrotas y en las victorias, pero no pasa lo mismo con las mujeres. Como sociedad, todavía no hemos alcanzado la altura necesaria para comprender y apoyar plenamente el liderazgo femenino. Aunque hemos logrado avances notables, solo recientemente hemos comenzado a otorgarles una voz auténtica y poderosa a las mujeres que ejercen su influencia en el ámbito personal y profesional sin renunciar a su identidad intrínsecamente femenina.

Desafortunadamente, los éxitos, las victorias y los logros obtenidos por las mujeres tienden a silenciarse, invisibilizándolos o ensombreciéndolos con escándalos, sin respetar los tiempos de asimilización y reacción de quienes tampoco saben cómo reaccionar, porque les faltan referentes.

El reto es conocer y aprender del liderazgo femenino

Este episodio ha traído a mi memoria recuerdos de mis primeros pasos en el mundo profesional, cuando gané un programa de apoyo al liderazgo femenino. En ese entonces, me seleccionaron para participar en un interesante programa de apoyo al liderazgo femenino, que se inició con un gran grupo de doscientas extraordinarias mujeres. Pero, a las veinte ganadoras nos esperaba una sorpresa.

No todas las participantes estaban dispuestas a aceptar la decisión de no ser ellas las ganadoras. Un pequeño grupo de las participantes, que no habían ganado pero que tenían «información privilegiada de contactos de alto nivel» sobre lo que se esperaba del programa, tomó las riendas lanzando el mensaje de «todas somos ganadoras por haber llegado hasta aquí», invisibilizando por completo el triunfo de las 20 ganadoras que, a diferencia del resto, sí, habían llegado a la cima.

Lo curioso fue observar como, buena parte del grupo, dio por bueno el discurso aprendido por quienes, ensombreciendo la victoria de las ganadoras, quisieron tomar las riendas eclipsando el éxito de las ganadoras. Así, se marginó a buena parte de las veinte vencedoras. Paradógicamente, las acciones realizadas desafiaban la esencia misma del programa de liderazgo femenino en el que todas habían participado. Por suerte, las que forjamos nuestro camino en solitario, encontramos aliadas en otras mujeres.

Liderazgos diferentes en esencia

Lo cierto es que las mujeres ejercemos un liderazgo distintivo, basado en nuestra forma de trabajar, de pensar, de relacionarnos y de reaccionar, y eso se tiene que visibilizar, para que se aprenda a ejercer el liderazgo femenino y se sepa reaccionar a él.

Lo que aquellas mujeres no comprendieron en ese momento fue la importancia de trascender el paradigma del liderazgo tradicional. Al emular los modelos de liderazgo masculino, corremos el riesgo de perpetuar desigualdades y jerarquías, incluso en espacios diseñados específicamente para promover el liderazgo femenino.

Las mujeres líderes tienen una habilidad innata para forjar conexiones profundas, construir equipos sólidos y promover un ambiente de trabajo inclusivo. El empoderamiento femenino va más allá de la individualidad; se trata de elevar a todas las personas a nuestro alrededor.

El liderazgo femenino auténtico abraza las cualidades únicas de las mujeres, para trascender hacia modelos de liderazgo que representen realmente el poder femenino.

Recordemos siempre que el empoderamiento no es solo sobre tomar el mando, sino también sobre cómo lo hacemos y las voces que amplificamos en el camino. Miremos hacia adelante con determinación, liderando desde la autenticidad y compasión, guiando así a las próximas generaciones hacia un futuro más equitativo y brillante, para que en el futuro el liderazgo femenino deje de ser un camino difícil.


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